Gira de observación de la empresa cliente en México: un viaje de colaboración de colisión cultural e integración empresarial

Al amanecer, la estación de tren de alta velocidad ya bullía de actividad, y los recepcionistas de Beacon-diesel acudieron a la salida temprano, sosteniendo los bien hechos tablones de recepción, en los que los dibujos y las palabras estaban cuidadosamente diseñados para mostrar su respeto por los clientes mexicanos. Todos los recepcionistas se mantuvieron erguidos y esperaron con expectación.
Cuando la procesión de clientes mexicanos salió lentamente, los recepcionistas de Beacon-diesel los saludaron inmediatamente con calidez, diciendo palabras de bienvenida en voz baja. Ambas partes se dieron la mano y se abrazaron como si fueran viejos amigos que se hubieran encontrado después de mucho tiempo. Después, los recepcionistas guiaron a los clientes para que subieran a los vehículos ya preparados y se dirigieron a la fábrica. Por el camino, el recepcionista hizo de guía turístico, presentando a los clientes el paisaje de la ciudad que pasaba por delante de la ventanilla, para que tuvieran un conocimiento preliminar de aquel lugar desconocido.
Cuando llegamos a la fábrica, era una escena ajetreada y ordenada. Los clientes entran entusiasmados en cada taller para comprobar los productos. Desde el procesamiento inicial de las materias primas hasta el montaje de los productos semiacabados, pasando por la inspección final de los productos acabados, no se perdían detalle, los recepcionistas de Beacon-diesel explicaban pacientemente las ventajas y características de los productos: banco de pruebas de raíl común, banco de pruebas de bombas mecánicas y equilibradora, etc. Los clientes asentían con la cabeza de vez en cuando, y sus ojos estaban llenos de satisfacción.
A mediodía, los recepcionistas de Beacon-diesel llevaron a los clientes a un famoso restaurante. El ambiente del restaurante era elegante y los platos ricos y variados. Los chinos prepararon cuidadosamente una gran variedad de comida, que incluía manjares con características locales y platos adecuados para el gusto de los mexicanos. Durante la comida, hablamos de todo y el ambiente era armonioso.

Por la tarde, en la oficina de la empresa, ambas partes entablaron un serio debate. En el proyector se mostraron diversos datos y propuestas, y hubo profundos intercambios y negociaciones en torno a temas importantes como el precio del producto, el plazo de entrega y el modo de cooperación.
Tras la discusión, los recepcionistas de Beacon organizaron un hotel de lujo para el cliente. Por la noche, los recepcionistas de Beacon llegaron puntuales a la empresa, recogieron a los clientes y se dirigieron al hotel, y vieron cómo los clientes se alojaban en el hotel con satisfacción, y el trabajo de recepción de este día se completó con éxito.